Las aguas termales han sido consideradas durante siglos como un regalo de la naturaleza. Más allá de sus efectos relajantes, estas fuentes naturales nos conectan con la energía de la Tierra y nos permiten disfrutar de sus beneficios terapéuticos.

Dependiendo de la profundidad y la composición del terreno, las aguas termales pueden contener distintos minerales, como azufre, hierro, calcio, sodio y magnesio. Cada tipo de agua tiene propiedades específicas que pueden beneficiar nuestra salud de diferentes maneras. A continuación, te mostramos los diferentes efectos tienen para nuestra salud física y mental.

Reducción del estrés y la ansiedad

Sumergirse en aguas termales tiene efectos profundamente relajantes, tanto para el cuerpo como para la mente. El agua caliente ayuda a liberar tensiones acumuladas, promoviendo una sensación general de calma. Además, el entorno natural y tranquilo de nuestro balneario de aguas termales refuerza la sensación de bienestar.

Mejora la calidad del sueño

Muchos visitantes afirman que experimentan un sueño mucho más reparador después de disfrutar de un baño en aguas calientes. Esto se debe a que el calor del agua provoca una relajación profunda del sistema nervioso, lo que favorece la transición hacia un estado de descanso.

Alivio de dolor articular y muscular

El calor ayuda a aumentar el flujo sanguíneo, lo que permite una mejor distribución de oxígeno y nutrientes a los músculos y tejidos dañados. Además, la flotación en el agua reduce la presión sobre las articulaciones, proporcionando alivio adicional. Las personas que sufren de afecciones como la artritis, el reumatismo, la fibromialgia o incluso lesiones deportivas pueden experimentar una notable reducción del dolor y la rigidez tras sumergirse en aguas termales.

Circulación sanguínea

Las aguas termales, al estar a temperaturas elevadas, provocan una dilatación de los vasos sanguíneos. Este proceso, conocido como vasodilatación, mejora la circulación sanguínea y permite que el cuerpo transporte mejor el oxígeno y los nutrientes a las células y tejidos.

Mejora de la apariencia de la piel

Las enfermedades de la piel, al tener contacto con aguas termales, puede experimentar una mejoría significativa en los días próximos al baño. Las que contienen una concentración mayor de azufre, son las ideales para disminuir padecimientos cutáneos como la psoriasis, la dermatitis y los hongos. Asimismo, son efectivas en la cura de heridas.

Las aguas termales ofrecen una combinación única de beneficios físicos y mentales. Desde la relajación de los músculos hasta la mejora de la circulación, estas aguas no solo favorecen la salud física, sino que también proporcionan una forma efectiva de aliviar el estrés, la ansiedad y mejorar el sueño. Así que, sumergirse en ellas no solo es un lujo para el cuerpo, sino también para la mente.

Si aún no has experimentado el poder de las aguas termales, ¡es momento de hacerlo! Tu cuerpo te lo agradecerá. A partir de abril podrás venir y descubrir el poder curativo de nuestras aguas termales en Hotel Balneario Baños da Brea.

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