Las aguas termales de Baños da Brea están clasificadas como sulfuradas, cloruradas sódicas, bicarbonatadas, alcalinas y emergen a una temperatura de 28 ºC. Estas características las hacen perfectas para tratar procesos reumatológicos, afecciones del aparato respiratorio, patologías de la piel y también son apropiadas para trabajar en la mejora del estrés, la fatiga física o psíquica. Y, además de estos beneficios, las aguas mineromedicinales tienen numerosas aplicaciones en nuestro cuerpo. ¡Hoy hacemos un repaso de las más interesantes!
Un producto más en la rutina de belleza
La agua termal no solo es apta para darse un baño relajante en ella, sino que también está muy presenta en las rutinas de belleza y cuidados (¡no olvides preguntarnos por nuestra gama de productos termales!).
La riqueza en minerales y oligoelementos del agua termal le otorgan propiedades calmantes, suavizantes, antisépticas, antiinflamatorias, cicatrizantes y antioxidantes. Además, suelen ser aptas para todo tipo de pieles, incluso las más sensibles.
Hidratación
Es la solución ideal para pieles secas y para garantizar una correcta hidratación de nuestro rostro y cuerpo en general. El agua termal forma una película sobre nuestra piel, lo que favorece la retención de agua y, por ende, una hidratación duradera.
Además de hidratar en profundidad, el agua termal ayuda a cerrar los poros de forma natural.
Un arma calmante contra las picaduras
Sus propiedades antisépticas, antiinflamatorias y cicatrizantes, ayudarán a calmar el picor y el escozor ocasionado por la picadura de mosquitos u otros insectos y también a reducir la hinchazón. Asimismo, cuanto mayor proporción de calcio tenga el agua, mayor será el alivio, puesto que es el responsable de detener la liberación de histamina.
Por otro lado, los deportistas también agradecerán su uso, puesto que su aplicación ayuda a calmar y a descongestionar (¡y, por supuesto, a refrescarnos!) el rostro después de actividad física intensa.
Proceso de cicatrización
Las aguas termales también se suelen recomendar para favorecer la cicatrización de heridas superficiales como son, por ejemplo, los tatuajes, o incluso para aplicar después del afeitado o depilación. Por otro lado, aliviará y calmará de inmediato nuestra piel si hemos tomado el sol más de la cuenta.
Pieles sensibles
Como comentamos, el agua termal es apta y beneficiosa para todo tipo de pieles. De hecho, alivia las molestias producidas por la dermatitis, psoriasis o sarpullidos y favorece su desaparición.
Por otra banda, nos protege de los radicales libres y favorece la regeneración celular, lo que mantendrá alejado, por más tiempo, los signos de envejecimiento.
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