La envoltura en lodo marino con fines estéticos y curativos es un tratamiento dermatológico con mucha más tradición de la que podamos pensar. También conocido como lodoterapia o fangoterapia, se encuentran evidencias de su utilización en las culturas griegas, romana y egipcia. En aquel entonces, el barro no solo se empleaba para tratar heridas cutáneas o inflamaciones, sino también para embalsamar. 

La lodoterapia, tratamiento realizado en el Balneario Baños da Brea como parte de un programa más amplio, especialmente diseñado para tonificar, reafirmar e hidratar la piel, consiste en la aplicación de barro húmedo sobre el cuerpo, en nuestro caso, de lodo marino. Sin embargo, su aplicación se realiza desde hace siglos con finalidades más allá del cuidado de la piel, ya que también es una buena terapia de relajación. 

En términos generales, se diferencian entre dos tipos de barro en la lodoterapia. En primer lugar, y quizás la más popular por su accesibilidad, es la arcilla, que se obtiene de las capas profundas de la tierra tras un proceso de filtrado, secado y tratamiento con aceites y plantas medicinales. Desde arcillas verdes, utilizadas para purificar la piel, hasta arcillas blancas, que se pueden ingerir para tratar problemas digestivos, hay una inmensa variedad que se diferencia por su carga mineral. 

En segundo lugar, encontramos los fangos o lodos, que se extraen, por ejemplo, de fondos marinos. En este grupo se encuentra el lodo marino, que es un sedimento muy valioso, al ser considerado uno de los materiales más puros y con mayores propiedades curativas. Está conformado por infinidad de minerales presentes en el agua del mar y los más conocidos son los del Mar Menor y Mar Muerto, aunque existen muchos más. Asimismo, destaca por su poder de absorción y eliminación de toxinas de la piel, pero también tiene efecto sobre músculos y articulaciones. 

Es ideal para todo tipo de pieles, en especial, aquellas con tendencia grasa y mixta por su alta capacidad de absorción. Por tanto, entre los beneficios de la lodoterapia para nuestro cuerpo podemos citar:

 

  • Actúa contra el acné. Sus minerales entran en la piel a través de los poros y ayudan a eliminación de toxinas. Esto ayuda a desinflamar, aliviar las rojeces que se puedan presentar en nuestro rostro y a eliminar manchas de acné.
  • Depuración y regulación. No solo actúa como antiseborreico, sino que ayuda a regular el organismo, a neutralizar el pH de la piel y acelera la cicatrización de heridas.
  • Estimula la circulación. El lodo marino tiene un alto poder de conductividad calórica, lo que se traduce en propiedades relajantes y antiinflamatorias, a nivel dermatológico, muscular y articulatorio. De este modo, ayuda a aliviar dolores y estimula la circulación, lo que se verá incrementado si acompañamos la terapia con masajes. 
  • Es relajante. Detrás de todas las terapias y tratamientos de estas características hay una parte destinada a fomentar el bienestar inmediato del usuario. Se suele realizar con un masaje, lo que favorece la relajación.

 

La lodoterapia es un tratamiento que podemos realizar en nuestros hogares. El primer paso es aplicar el lodo o arcilla sobre la parte o partes del cuerpo que queramos tratar y taparlas con film transparente. Para que el producto haga efecto y sus minerales penetren en la piel, debemos tapar con una manta térmica para dilatar los poros y activar la circulación. Después de dejar descansar la película de lodo durante unos veinte minutos, lo retiramos realizando un masaje y aumentando su efecto drenante.

Sin embargo, no debemos olvidar que si queremos beneficiarnos en su totalidad de todas las propiedades de este método estético y terapéutico, debemos acudir a unas manos expertas, que contarán con los mejores materiales y los conocimientos más amplios.

 

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