El consumo del chocolate se remonta a la época de civilizaciones mesoamericanas como los maya, aztecas o incas y suele ser un alimento por el que la mayoría de nosotros sentimos una debilidad inexplicable. Aunque si hablamos de cacao, este tiene usos más allá de en nuestras cocinas: como cosmético, como remedio medicinal y en masajes son algunas de sus aplicaciones más conocidas.

El cacao tiene un alto índice de grasas, hidratos de carbono, proteínas y otros componentes como magnesio, fósforo, potasio, teobromina, cafeína o antioxidantes, entre otros. Y la suma de todos estos componentes hace que el consumo equilibrado de este alimento con un alto porcentaje de cacao sea saludable y beneficioso para nuestro cuerpo.

También son conocidos sus usos medicinales y cosméticos. Así pues, algunas de sus aplicaciones están orientadas a aliviar el cansancio, la fiebre, los problemas cardíacos, la anemia y los problemas renales e intestinales. En la cosmética, se suele aplicar sobre el cabello o la piel para mejorar o aliviar ciertos problemas. Precisamente por lo bueno que es para la piel, el chocolate también se utiliza en masajes. Es lo que se denomina chocolaterapia. 

Es un procedimiento estético que tiene como base el chocolate combinado con otros elementos como miel, avena, manteca de cacao, sal, vitaminas, etc. El cuerpo se cubre con el producto, que tendrá más beneficios cuanto mayor sea su porcentaje de cacao. Con su aplicación, se logra hidratar la piel, reducir manchas y ayuda a disminuir las arrugas y flaccidez de la piel, ya que su aplicación incrementa la actividad del colágeno y elastina. 

En términos generales, se diferencian dos tipos de terapias. La chocolaterapia para la piel y para el cabello. Baños de chocolate, máscaras para rostro y cuello, envolturas y masajes, son algunas de las técnicas más frecuentes de la primera. El objetivo suele girar en torno a eliminar células muertas y conseguir una piel más suave y tersa. Y, la segunda, a través de productos capilares elaborados con aceites esenciales y cacao, se logra activar el riego sanguíneo del cuero cabelludo, por lo que nuestro pelo puede crecer más fuerte y sano.

Este procedimiento estético también puede realizarse en casa. Por ello, te ofrecemos algunas indicaciones que pueden serte de utilidad:

  1. Ingredientes. En primer lugar, tan solo necesitas dos cucharadas de cacao puro, tres de aceite de almendras, dos de sal marina gruesa, un bol en donde mezclar todo y film de plástico.
  2. Nuestro cuerpo. Debemos aplicar la mezcla del chocolate y el aceite por todo el cuerpo, desde los pies hasta la cabeza.
  3. La lentitud es la clave. El masaje se debe realizar con calma y debe tener una duración de, al menos, diez minutos.
  4. Exfoliación y activación. Con la sal marina gruesa haremos una exfoliación de todo el cuerpo. Con ella lograremos activar la circulación, se eliminarán las células muertas y favorecerá la penetración del chocolate y el aceite en la piel.
  5. Absorción. El film transparente nos servirá para que los ingredientes penetren en nuestra piel. Sin quitarnos ninguno de los productos, cogeremos el film transparente para envolvernos en él. Nos mantendremos así durante diez minutos.
  6. Agua. Retiraremos los productos con agua tibia y, antes de terminar el proceso, trataremos de aplicar un minuto de agua fría.

Sabiendo los beneficios que tiene la aplicación de cacao en el cuerpo, ahora no sabremos si comérnoslo o aplicárnoslo en la piel.

 

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